
Santos y personajes ilustres que han rezado en nuestro Oratorio y otros que además han pertenecido a la Asociación. Son los que están en las dos placas o lápidas que hay en el atrio del oratorio.
Santos y personajes ilustres que han rezado en nuestro Oratorio y otros que además han pertenecido a la Asociación.










ADEMAS EL REAL ORATORIO DEL CABALLERO DE GRACIA ES
Es una iglesia pública de la Asociación Eucarística del mismo nombre. El templo actual data del siglo XVIII, Monumento Nacional, construido por Juan de Villanueva (arquitecto también del Museo del Prado). Es una de las iglesias de Madrid más representativa del neoclasicismo. Posee esculturas y cuadros de primeras firmas de los siglos XVII y XVIII, como el Santísimo Cristo de la Agonía. La atención pastoral está confiada a la Prelatura del Opus Dei.
TEMPLO EUCARÍSTICO La adoración a Jesús Sacramentado es el fin principal del Oratorio. El Santísimo está expuesto en la Custodia el tiempo que permanece abierto el templo, excepto en las horas de la celebración de la Santa Misa.
TEMPLO MARIANO Después de la adoración al Santísimo, la devoción a la Santísima Virgen María, en su Inmaculada Concepción, es otro de los fines esenciales del Oratorio, unido a la devoción a San José, Titular de nuestro Oratorio. Además, en él se venera también una imagen de la Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordia, cuya aparición tuvo lugar en el primitivo Oratorio, en 1831, compartido entonces por las Concepcionistas Franciscanas del Caballero de Gracia.
TEMPLO PENITENCIAL Durante todo el día hay sacerdotes en los confesionarios para atender a los feligreses que deseen acudir al sacramento de la reconciliación.
TEMPLO DE MÚSICA SACRA La reciente adquisición de un Órgano de calidad, del siglo XVIII, contribuye a aumentar y enriquecer las posibilidades de música sacra en la Liturgia eucarística, en otras celebraciones y en Conciertos.
LA ASOCIACIÓN EUCARÍSTICA DEL CABALLERO DE GRACIA Es una Asociación pública de fieles, con personalidad jurídica, fundada por el Caballero de Gracia, Jacobo Gratii, a finales del siglo XVI. Sus primeras Constituciones fueron aprobadas el 13 de noviembre de 1609 por el Cardenal Arzobispo de Toledo D. Bernardo de Sandoval y Rojas y confirmadas por Bulas de los Sumos Pontífices Pablo V, Urbano VIII y Clemente XIV. Los actuales Estatutos fueron aprobados por el Cardenal Arzobispo de Madrid D. Angel Suquía, el 4 de mayo de 1993.
EL SIERVO DE DIOS JACOBO GRATII Más conocido por El Caballero de Gracia, nació en Módena (Italia) el año 1517 y falleció en Madrid el 1619, con 102 años de edad y fama de santidad. Ordenado sacerdote a los 70 años. Hombre de gran cultura y profunda vida espiritual. Desempeñó trabajos de gran responsabilidad al servicio de la Iglesia en Italia y en Madrid, entre otros en el Concilio de Trento y en la Nunciatura Apostólica de España. Dedicó todos sus bienes a los pobres y necesitados. Promovió diversas fundaciones en Madrid –hospitales, colegios, conventos, etc.- entre las que destaca la Asociación Eucarística que lleva su nombre. Su cuerpo reposa en el Real Oratorio; muchas personas acuden a su intercesión.
SANTOS Y OTROS PERSONAJES A la Asociación Eucarística han pertenecido santos como San Simón de Rojas y el Beato Juan de Palafóx. Y otros han rezado en nuestro Oratorio, tales como San Francisco Caracciolo, Santa M ª Micaela del Santísimo Sacramento, Santa Maravillas de Jesús, San Josemaría Escrivá de Balaguer y San Rafael Arnáiz. Además de los santos citados, a la Asociación Eucarística han pertenecido Reyes e Infantes de España desde Felipe V a Alfonso XIII; personajes célebres de las Letras como Lope de Vega, Agustín Moreto o Gabriel Bocángel; eclesiásticos como el Cardenal de Toledo Francisco Lorenzana; religiosas como la Vble. Madre María de San Pablo, fundadora de las Concepcionistas del Caballero de Gracia; o la también Vble. Madre Patrocinio, Concepcionista franciscana, abadesa y fundadora; o los biógrafos del Caballero de Gracia Alonso Remón y Francisco Javier García-Rodrigo. Otros como Miguel de Cervantes fueron asiduos concurrentes a las prácticas de la Asociación.
SANTOS
CONGREGANTES ILUSTRES
FINES DE LA ASOCIACIÓN Los fines son fomentar el espíritu cristiano de sus asociados mediante la sincera y fervorosa devoción a Jesús Sacramentado, a María Inmaculada y al Patriarca San José. Y procurar la animación cristiana de las actividades temporales.
OTRAS ACTIVIDADES Para la consecución de estos fines se organizan retiros, meditaciones, dirección espiritual, clases de formación cristiana, cursos de preparación al matrimonio, biblioteca circulante, visitas a enfermos, peregrinaciones, etc. La Asociación organiza
también la distribución de la Comunión en los domicilios de los socios impedidos o enfermos.
QUIÉNES PUEDEN PERTENECER A LA ASOCIACIÓN Todos los que deseen vivir los fines de la Asociación, acepten sus Estatutos, lleven una vida coherente con la fe cristiana y no tengan otros compromisos que les impidan cumplir los propios de la Asociación.
Los Asociados se comprometen:
a) si no hay impedimento, a participar en la Santa Misa que se celebra en el Oratorio los primeros domingos de mes, así como en las fiestas del Corpus Christi, de la Inmaculada Concepción y San José;
b) a rezar diariamente una estación a Jesús Sacramentado y tres Avemarías a la Santísima Virgen;
c) hacer un rato de oración ante el Santísimo en el Oratorio, semanal, quincenal o al menos mensualmente; y
d), ayudar económicamente a las necesidades materiales del Oratorio.
Los Asociados tienen derecho:
a) ser atendidos espiritualmente por los sacerdotes del Oratorio, también en caso de enfermedad, y recibir los sacramentos oportunos;
b) a lucrar las indulgencias concedidas a los asociados; y
c) a los sufragios pertinentes por el eterno descanso de los difuntos.
Cómo hacerse miembro de la Asociación: solicitándolo a alguno de los sacerdotes del Oratorio o a algún miembro de la Asociación y, en su caso, indicando los datos necesarios: nombre y apellidos dirección y teléfono, persona que le presenta y aportación con la que desea colaborar.
OTROS MIEMBROS DE LA ASOCIACIÓN EUCARÍSTICA La relación anterior de algunos Congregantes ilustres es, evidentemente, sólo una muestra de los muchos hombres y mujeres que han pertenecido a la Asociación Eucarística a lo largo de los siglos. El calificativo de “ilustres” lo aplicamos según el modo habitual de entender: persona que por sus cualidades humanas, intelectuales, profesionales o religiosas destaca en su ambiente y en su época. Estas cualidades las han tenido muchos miembros de la Congregación del Caballero de Gracia. Pero aún así, lo más importante no son tanto las cualidades por las que una persona destaca socialmente, sino más bien la fidelidad y la generosidad en la correspondencia al querer de Dios para cada uno. Y en este sentido, las personas que hayan “destacado” ante Dios pueden ser muchísimas más, y sólo Él sabrá medirlo adecuadamente. En nuestro Archivo histórico constan cientos de personas que han pertenecido a la Congregación a lo largo de estos cuatro siglos. Entre ellas hay desde una amplia representación de la nobleza hasta personas del pueblo llano. Entre todos, han dado vida a nuestro Oratorio en el transcurso de los años, hasta nuestros días, con su oración, su colaboración en encargos de la Asociación Eucarística, sus limosnas y su apostolado. En algunos momentos las tareas habrán sido más urgentes y han requerido más dedicación y más medios, como por ejemplo cuando en 1781 se plantearon qué hacer, si reformar el oratorio anterior o construir uno nuevo. El entonces Hermano Mayor Marqués de Torrecilla y de Valdeolmos, y el Secretario José Lemayre fueron hombres decisivos para la puesta en marcha de la audaz decisión de construir uno nuevo según el proyecto de Juan de Villanueva. El Cardenal Lorenzana, citado en la relación anterior, puso la primera piedra, como ya dejamos dicho. Y, por citar alguno del inicio del siglo XX, el Marqués de Cubas coge el relevo de Francisco Javier García-Rodrigo y dirigirá la Junta de Gobierno ininterrumpidamente como Hermano Mayor durante treinta años, hasta 1918. Como ellos, tantos otros hombres y mujeres, enamorados del Santísimo Sacramento, sacrificados y generosos –laicos en su totalidad, a excepción de los Capellanes-, gracias a los cuales nosotros hemos celebrando el IV Centenario en el 2009-2010, y hemos de seguir el ejemplo de los que nos han precedido.

