Comenzamos los relatos de nuestra peregrinación a Polonia, con los 92 peregrinos asistentes. El viaje estaba preparado antes de que se anunciara la beatificación de Juan Pablo II, pero cuando se hizo pública la fecha aumentó aún más el interés por visitar este querido país. Como tendremos ocasión de ir comentando, a todos nos ha gustado mucho el ambiente religioso que se ve en los polacos: la fe, la asistencia a la iglesia, los sacerdotes, la abundancia de niños… Y la historia de sufrimiento de esta nación, particularmente en el siglo XX, nos ha llegado muy dentro. Sin duda, la fe de los polacos, y la buena atención doctrinal y moral por parte de los sacerdotes, y en las últimas décadas del siglo XX, Juan Pablo II, han hecho posible la supervivencia y el mantenimiento de sus raíces culturales y religiosas, contra ideologías ateas y materialistas.